«Nos faltan referentes en la ciencia para que las niñas lo vean como algo normal»

«Nos faltan referentes en la ciencia para que las niñas lo vean como algo normal»

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El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y de la Niña en la Ciencia. El día fue fijado por la ONU en 2015, para aumentar la presencia de las mujeres en este ámbito.

El objetivo de este día es impulsar la participación de las mujeres y de las niñas en la ciencia y tecnología, para conseguir eliminar la brecha de género.

Desde RawData nos hemos querido unir a la celebración de un día tan especial. Entrevistamos a una de nuestras compañeras más destacadas: Sònia Espigares Suárez, ingeniera agrónoma por la Universitat Politècnica de Catalunya y con un máster en Hidrología y Gestión de los recursos Hídricos. Estas son sus declaraciones más destacadas:

Uno de los problemas del sector agro es la falta de ingenieros e ingenieras agrónomas.
Uno de los problemas del sector agro es la falta de ingenieros e ingenieras agrónomas.

¿Cómo te interesaste por la ciencia y por ser agrónoma?

Estudié Ingeniera agrónoma en Castelldefels. Mi interés viene desde que soy pequeña; vengo de una familia agrícola, pero siempre he vivido en ciudad.

Siempre he tenido interés en la ciencia y preguntarme por qué son las cosas. Cuando pude ir a la universidad tenía muchas ramas que quería tocar. Física, biología, un montón de cosas… Lo agrupaba más cosas de las que me gustaban (agricultura, física, matemáticas, tecnología, etc.) era la agronomía.

¿Te apoyaron en casa para ser científica?

Es verdad que en mi casa sí. Vemos un poco de sesgo con los juguetes. Ahora se está corrigiendo un poco. Yo tuve suerte porque tuve juguetes de construcciones o microscopios, que están más dirigidos a niños y parece que las muñecas son para nosotras.

En casa me apoyaron mucho. Y en el cole no noté diferencia pero sí se veía que a los niños les gustaban más las matemáticas. Faltan referentes eso está claro.

¿Faltan mujeres en las carreras científicas?

En mi universidad había diferentes carreras. En la mía, agronomía, se notaba mucho. Hacia los últimos años mejoró, pero cuando empecé  había 50 personas y solo 10 eran mujeres.

En otras carreras es peor, había algunas donde no había mujeres. La gente se sorprende cuando digo que estudié ingeniera agrónoma. La palabra asusta.

¿Cuesta encontrar a mujeres agrónomas?

Lo que me encuentro mucho es que realmente hay muchas mujeres técnicas, pero en puestos de dirección no abundan. No llegan porque la mayoría de nuestro clientes son mujeres pero en puestos de dirección cuesta ver la figura.

En el ámbito profesional los puestos de responsabilidad son hombres. Poco a poco eso está cambiando. Ahora mismo en mi trabajo hablo el 90 % del tiempo con hombres.

¿Alguna vez te has sentido minusvalorada?

Se junta que soy mujer y joven. A veces no sé si la desconfianza viene por ser joven o por ser mujer. Sí tengo anécdotas de ir a algún agricultor decirle que algo no lo está haciendo bien y que no se acabe de fiar.

En general creo que se debe más a ser joven que a ser mujer. Es una profesión que en muchos casos se transmite de padres a hijos, de generación en generación. Eso provoca más dificultades para que te tengan en cuenta. 

¿Has tenido algún problema en negociaciones?

Cuando piensas en alguien de ventas te imaginas a comercial hombre de 30 o 40 años y no doy el perfil. Es verdad que en alguna negociación ha tenido que intervenir otra persona, aunque no sea lo general.

Pasa sobre todo con gente mayor. En general la gente con la que hablo también es joven y se nota que la forma de ser y de actuar está cambiando.

¿Faltan ingenieras agrónomas?

Faltan ingenieros agrónomos, en general. Pero sobre todo en el ámbito de la ciencia. Cuando no tienes referentes parece que no hay mujeres. Lo que no se ves es como que no existe. Nos faltan referentes en ciencia para que la gente más joven, sobre todo las niñas, lo vean como algo normal.

Sònia Espigares, ingeniera agrónoma, señala la falta de referentes como uno de los motivos por los que faltan mujeres en ámbitos científicos.
Sònia Espigares, ingeniera agrónoma, señala la falta de referentes como uno de los motivos por los que faltan mujeres en ámbitos científicos.

¿Cómo influye el lenguaje?

Esto es una anécdota que me ha pasado. Cuando digo que soy ingeniera agrónoma me corrigen y dicen que soy ingeniero. Algunos hombres me han corregido. Con el lenguaje intento tener cuidado y a mí misma me gusta llamarme ingeniera para darme visibilidad. 

Un mensaje para las niñas que quieren ser científicas

La falta de referentes en el mundo científico es una realidad. Aunque la situación experimenta mejorías, todavía faltan personalidades con las que las niñas puedan sentirse identificadas. Sònia Espigares quiso mandarles un mensaje.

¿Qué le dirías a las niñas que muestran interés por la ciencia?

Es un problema muy estructural. Entonces lo que me he encontrado es que muchas tienen miedo a enfrentarse a la ciencia. Todos los niños en general tienen curiosidad.

Les diría que se dejaran llevar por la curiosidad y utilizaran la ciencia para buscar respuestas. Que no se dejen llevar por lo que la gente puede llegar a decirles. 

RawData, una muestra del cambio en agricultura

El sector agrícola está demostrando su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempo. Pese a que todavía queda mucho por hacer, cada vez es más común encontrarse a mujeres con carreras científicas en agricultura.

¿Cuál es tu experiencia en RawData?

En RawData tenemos más ingenieras agrónomas que ingenieros. Esto demuestra que ya hay chicas en la ciencia, cada vez me encuentro a más mujeres agrónomas.

Las empresas jóvenes como RawData, que demuestran interés por la igualdad y por otros temas como el medioambiente están liderando el cambio.

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